Hermanos fieles, perseveremos
en el camino del Salvador,
guardando pura la fe sencilla
que en nuestras almas depositó.
Coro – Pronto veremos al Deseado
venir en gloria, lleno de amor,
para tomarnos a Sí por siempre,
y en torno Suyo morar con Dios.
Sigamos firmes, unidos todos
en un bautismo, bajo un Señor,
formando un cuerpo con un Espíritu,
teniendo un Padre de todos, Dios.
Seamos sobrios y vigilantes,
contra los lazos del tentador,
en tanto el mundo tranquilo duerme
junto al abismo de perdición.
Sufrid pacientes con el Maestro
aquí en la tierra tribulación
tomando parte con Sus testigos
en las afrentas y en el dolor.
La hora es ésta de la pelea,
de sufrimientos y abnegación;
mas ya se acerca la del reposo
en que tendremos el galardón. *