Santa Biblia, para mí,
eres un Tesoro aquí;
Tú contienes con Verdad
la divina voluntad:
Tú me dices lo que soy,
de quien vine y a quien voy.
Tú reprendes mi dudar.
Tú me exhortas sin cesar.
Eres Faro que a mi pie
va guiando por la fe,
a las fuentes del amor
de mi tierno Salvador.
Eres infalible Voz
del Espíritu de Dios,
que vigor al alma da
cuando en aflicción está;
Tú me enseñas a triunfar
de la muerte y el pecar.
Por Tu santa letra sé
que con Cristo reinaré,
y el castigo aterrador
del rebelde pecador;
¡santa Biblia, para mí,
eres un Tesoro aquí! *