A Tí, que por Tu muerte,
al mundo vida das,
Jesús, humilde y fuerte,
que siempre reinarás;
A Tí canta aleluya
la Iglesia de la luz;
toda potencia es Tuya
y Tu perdón la Cruz.
Porque Tú has preparado
las bodas de Tu amor,
a todos has llamado
al celestial favor.
Por calles y caminos
Tus mensajeros van:
y pobres, peregrinos
acuden con afán.
Tu ejército adelanta,
y Tu potente voz
en la Palabra santa
corre doquier veloz.
Y donde suena el Nombre
de Jesucristo Rey,
la paz encuentra el hombre
en Tu bendita grey.
Junto a Tus rescatados,
madura está Tu mies;
que todos los salvados
se inclinan a Tus pies.
Que despunte en las nieblas,
y anuncie Tu arrebol
el fin de las tinieblas,
Jesús, eterno Sol. *