El sistema de interpretación bíblica conocido como «dispensacionalismo» ha sido materia de mucha controversia y especulación por parte de los teólogos.
El origen de esta escatología dispensacionalista se remonta a una supuesta «revelación» recibida por la joven escocesa Margaret McDonald en Abril de 1830 en port Glasgow, Escocia. Según ella, se le reveló que “la Segunda Venida de Cristo sería en dos fases o etapas. En la primera fase, Jesús vendría secretamente o invisiblemente al mundo para llevarse a su iglesia al cielo («Rapto Secreto» y «Desapariciones Misteriosas»), con el propósito de que ella no sufra la Gran Tribulación que provocará el anticristo final. En la Segunda fase de su Segunda Venida, Cristo supuestamente vendrá personalmente y visiblemente con su iglesia, exactamente siete años después”.
El dispensacionalismo hace una distinción entre la iglesia y los israelitas. Sostiene que hay “dos esperanzas y dos tratos diferentes de Dios hacia ambas clases o grupos. Para la iglesia, la vocación es celestial, pero para Israel es terrenal y monárquica, centrada en Jerusalén como su ciudad capital”.
La Biblia de Scofield
¿Quién fue Ciro Ingersold Scofield? Un abogado y político que fue convertido en 1879, a los 36 años de edad, después de llevar una vida muy desordenada. Tres años después, fue ordenado para el ministerio.
Scofield conoce a Juan Nelson Darby y se hace uno de sus más devotos seguidores. Aunque este hombre no tenía formación teológica, porque era abogado y político, se le ocurrió la ingeniosa idea de publicar una versión de la Biblia anotada con sus propios comentarios, los cuales muchos tomaron como “la” interpretación correcta de la Palabra de Dios, porque era lo que leían en sus Biblias. Si hubiera publicado Scofield sus notas en un libro aparte, muy probablemente no hubiese tenido el impacto tan grande que tuvo esta Biblia anotada en el pueblo evangélico en general.
Philip Mauro, quien fuera en un tiempo defensor del dispensacionalismo, y que más tarde lo rechazara, nos dice en su libro «El Evangelio del Reino», páginas 8 y 9, lo siguiente: «…el sistema completo de la enseñanza dispensacional es modernista en el estricto sentido…»
Gerardo T. Allis en su libro «La Profecía y la iglesia», página 262 nos dice que el dispensacionalismo es un «peligro» y es «anti-Escriturario». Más recientemente, Daniel Fuller, en su libro «La Hermenéutica del Dispensacionalismo» página 386 opina: «El dispensacionalismo es interiormente inconsistente e incapaz de armonizarse con los datos bíblicos.»
John Bowman atacando a la Biblia de Scofield y su enseñanza dispensacional, nos dice en su libro «La Biblia y las Religiones modernas», página 172, de este modo: «Este libro representa tal vez la más peligrosa herejía actualmente hallada dentro de los círculos cristianos.» Además se aduce que Scofield no sabe distinguir desde el comienzo de su interpretación bíblica entre dispensación y era. Recordemos que Scofield sostiene que en la Biblia hay 7 dispensaciones: La inocencia, Conciencia, El Gobierno Humano, Promesa, La Ley, La Gracia, El Reino. Por otra parte Bowman sostiene que la palabra Griega que se traduce «Dispensación» nunca significa, ni significó, un período de tiempo como tal, como asume Scofield. Para Scofield la palabra Griega ‘oikonomia’ (dispensación) significa «un período de tiempo durante el cual el hombre es probado en relación a la obediencia a alguna revelación específica de la voluntad de Dios.» No obstante, Scofield verdaderamente se equivoca cuando le da a la palabra ‘oikonomia’ el sentido de tiempo y no de mayordomía como sugiere la palabra Griega en cuestión. Recuérdese que la palabra Griega oikonomia significa o se define como mayordomía, administración, superintendencia, o la dirección de la propiedad de otros.
Muchos críticos sostienen que Scofield destruye la unidad de la Biblia. por ejemplo, Louis Berkhof en su famoso tomo sobre «Teología Sistemática», nos dice que «Esta teoría es también de tendencia divisiva, desmembrando el organismo de la Escritura con resultados desastrosos. Añadiré además, que para el dispensacionalismo lo sotereológico o el programa salvador de Dios no es el único programa sino uno de los medios que Dios está usando en el programa total de glorificarse a si mismo.»
Lo extraño de todo esto es que los dispensacionalistas han convertido la Segunda Venida de Cristo en dos «venidas». Una: Invisiblemente o en secreto para «raptar» a su iglesia, y otra: visiblemente y acompañado por su iglesia previamente «raptada» siete años antes, para juzgar a los pecadores e inaugurar su reinado de mil años.
El dispensacionalismo sostiene que la iglesia no sufrirá la llamada Gran Tribulación futura del anticristo final. No obstante, creemos que cuando Jesús venga a este mundo por Segunda vez, este planeta estará sumido en el caos. Los eventos dados por nuestro Señor en Mateo 24 nos sirven de fundamento para sostener eso. Aun Pablo nos dice que la iglesia sufrirá tribulaciones (plural) antes del retorno de Cristo. La iglesia del Señor ha sufrido tribulaciones y seguirá sufriéndolas en los momentos previos al retorno de Cristo (Hechos 14:22).
Es interesante notar y recordar que Cristo vendrá DESPUÉS de la Gran Tribulación y no ANTES como sostienen los dispensacionalistas. En Mateo 24:29-30 leemos: «E inmediatamente DESPUÉS de aquellos días (de Gran Tribulación)…aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo…y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo.» Jesús NUNCA dijo que su Segunda Venida sería exactamente como la proponen los dispensacionalistas. Su única Segunda Venida sería con sus ángeles (no con la iglesia) y visiblemente (ver Mateo 24:31; 16:27; Apocalipsis 1:7).
También resulta extraño que los dispensacionalistas afirmen que el trato de Dios con su iglesia es diferente a la de Israel. En realidad la iglesia de Dios está compuesta de Judíos y gentiles unidos en la fe de Jesús. ¿Acaso los apóstoles no eran israelitas?¿Acaso no es la iglesia el Israel de Dios?¿Acaso no son los fieles Judíos y Gentiles hijos de Abraham? (Ver Gálatas 3:7,16,28,29; Romanos 2:10,11; Efesios 2:11-14). La justicia retributiva de Dios no hace acepción de personas o de etnias. Pablo les escribe a los cristianos de Éfeso (gentiles conversos) y les dice que «Dios NOS HIZO ACEPTOS (Judíos y gentiles) en el Amado (Cristo).»(Efesios 1:6). Aquí vemos que Dios acepta por igual al Judío y al gentil en base a la fe en Jesús. En Efesios 2:6 Pablo les dice a los gentiles conversos de Éfeso ( y por extensión, a todos los creyentes del mundo) «que (Dios) nos hizo sentar en los ‘lugares celestiales ‘con Cristo Jesús». Las razas no deciden nuestro destino para Dios, sólo la fe en el Señor (Deuteronomio 10:17). La Versión Católica de José María Romá (Claretiano) del Nuevo Testamento (Novísima Versión del Original Griego) vierte los versículos 13 y 14 de Apocalipsis 7 y dice así: «Y tomó la palabra uno de los ancianos diciéndome: Estos que visten túnicas blancas, ¿Quiénes son y de dónde han venido? Yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y me dijo él: Son los que van llegando de la grande tribulación; y lavaron sus túnicas y las emblanquecieron en la sangre del Cordero.» Nótese que no dice que ‘van escapando de la gran tribulación’ sino más bien que «van llegando de la grande tribulación». Es notorio que la iglesia no estará en el mejor de los mundos poco antes de la Segunda Venida de Cristo, pues tendrá que pasar por grandes pruebas y tribulaciones. De igual forma lo vierte la Versión de Las Américas. La Versión Valera (1960) vierte el texto así: «Estos son los que han salido de la gran tribulación.» Y finalmente, la Versión Católica del R.P. Serafín de Ausejo (Profesor de Sagrada Escritura) vierte el texto en cuestión con más claridad: «Estos son los que han venido de una tribulación grande…». Es claro que los dispensacionalistas están dando a sus seguidores una falsa seguridad de escape de las pruebas divinas. ¡La iglesia del Señor tendrá que ser probada!» (Lucas 22:8,29; Romanos 5:3; 1 Pedro 1:5-7; 2 Tesalonisenses 1:4-7).
Estamos viendo que el dispensacionalismo es un peligro para la fe cristiana original. Por eso, cuando el famoso erudito bíblico F.F Bruce se le preguntó si «hay algún soporte bíblico para la idea de un arrebatamiento secreto de la iglesia», él respondió: «Quizá lo haya, pero aún no lo he encontrado.»
Dave Mc Pherson en «El Increíble Encubrimiento, la Verdadera Historia del Rapto Pre Tribulacional», página 96, dice: «Los partidarios del punto de vista pre-tribulacional no pueden nombrar ni siquiera a una sola persona que, desde los tiempos de Jesucristo hasta el año 1830, hubiese enseñado tal doctrina.» Es claro, entonces, que la enseñanza dispensacional es relativamente reciente, y fue sólo por intermedio de la Biblia de Scofield y el Moody Bible institute de Chicago que este sistema de interpretación bíblica llegó a extenderse y generalizarse en ciertos sectores del ala fundamentalista del llamado protestantismo.
Los cristianos primitivos siempre estuvieron a la espera de la REVELACIÓN de nuestro Señor Jesucristo. Por ejemplo, el Apóstol Pablo les escribe a los creyentes de Corinto y les dice: «…esperando la manifestación (Gr. Apokalupsis: Revelación) de nuestro Señor Jesucristo.» ( 1 Corintios 1:7). En cambio, los dispensacionalistas están esperando, no el Apocalipsis de nuestro Señor, sino «el Rapto Secreto» siete años antes de dicho acontecimiento. Esta es otra sustancial diferencia entre la fe de los primeros cristianos y los modernistas dispensacionalistas.
Los dispensacionalistas caen en el gravísimo error de sostener que el llamado «Sermón del Monte» no se aplica a la iglesia sino a los judíos. Sostienen, además, que Mateo escribió su Evangelio pensando en los judíos y no en la iglesia. Pero pregunto: ¿Acaso el cristiano no está llamado a ser «manso», «sediento de justicia», «misericordioso», «de limpio corazón», «pacificador», «luz del mundo», etc?