​Recientemente me encontraba leyendo y meditando sobre el libro de Hebreos cuando entendí que la razón básica y fundamental de la educación —la educación de la mente— es que una persona puede leer la Biblia con entendimiento.    Esto suena muy obvio para ser útil o fundamental y esto se debe a que damos por sentado el valor precioso de la lectura y además porque apreciamos muy poco la calidad de pensamiento que necesitamos para leer un pasaje complejo de la Biblia.

Por ejemplo, el libro de Hebreos presenta un desafío intelectual dentro de los textos del Antiguo Testamento. Los puntos que presenta el autor se basan en observaciones bíblicas que surgen sólo de una lectura estricta y no de hojearla facilmente. Además, el entendimientos de estas interpretaciones del Antiguo Testamento en el texto de Hebreos requiere un pensamiento estricto y un esfuerzo mental. Se podría decir lo mismo sobre las discusiones extendidas de Romanos y Gálatas y de otros libros de la Biblia.

Esta es una razón importantísima por la que debemos dar a nuestros niños una educación estricta y disciplinada en cuanto a la forma de analizar los pensamientos de un autor, especialmente en un texto bíblico. El alfabeto debe aprenderse, así como el vocabulario, la gramática, la sintáxis, las nociones sobre lógica y la forma en que el significado se transmite a través de las conexiones de frases y párrafos.

La razón por la cual siempre los cristianos han construído escuelas en el mismo lugar donde han construído iglesias es que somos el pueblo de EL LIBRO. Es cierto que EL LIBRO nunca tendrá los efectos adecuados sin la oración y el Espíritu Santo. No es un manual para debatir, es una fuente para saciar la sed espiritual y alimentar el alma, una revalación de Dios que nos da poder para la vida y es también una espada de doble filo. Pero nada cambia el hecho de que sin la disciplina de la lectura, la Biblia carece de poder. 

¿No es sorprendente que Jesús frecuentemente soluciona grandes problemas haciendo referencia a la lectura? Por ejemplo, con relación al tema del día de reposo él dijo: “No habéis leído lo que hizo David?” (Mateo 12:3). Con relación al divorcio y a un segundo matrimonio  dijo: “¿No habéis leído que en el principio los hizo hombre y mujer?” (Mateo 19:4). Con relación a la adoración real y alabanza él dijo: “No habéis  leído nunca: ¿De la boca de los niños y de los que maman, perfeccionaste la alabanza?” (Mateo 21:16). En relación a la resurrección Jesús dijo: “No habéis leído nunca en las Escrituras: ‘La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo’?» (Mateo 21:42). Y al abogado que le preguntó sobre la vida eterna le dijo: “Que está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas? (Lucas 10:26).

El apóstol Pablo también le dió gran importancia a la lectura dentro de la vida de la iglesia. Por ejemplo, él dijo a los Corintios “Porque ninguna otra cosa os escribimos sino lo que leéis y entendéis, y espero que entenderéis hasta el fin.” (2 Corintios 1:13). A los Efesios les dijo “En vista de lo cual, leyendo, podréis comprender mi discernimiento del misterio de Cristo” (Efesios 3:3). A los Colosenses les dijo: «Cuando esta carta se haya leído entre vosotros, hacedla leer también en la iglesia de los laodicenses; y vosotros, por vuestra parte, leed la carta que viene de Laodicea.» (Colosenses 4:16). La lectura de las cartas de Pablo eran tan iportantes que dijo “Os encargo solemnemente por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos.” (1 Tesalonicenses 5:27).

La capacidad de leer no viene de manera intuitiva. Es necesario ser enseñado. Así también, aprender a leer con entendimiento es una labor de toda la vida. Las implicaciones para los cristianos son una lista inmensa. La educación de la mente en la estricta disciplina de una lectura profunda es un objetivo principal de la escuela. La iglesia de Cristo se debilita cuando su gente confía demasiado en que es humilde, democrática o importante dar una educación meramente práctica,  la cual no involucra la educación rigurosa de la mente para pensar en profundidad y elaborar el significado de textos difíciles.

Para las generaciones futuras es mucho más importante tener acceso directo al significado de la Palabra de Dios que el tema de cómo ganarse la vida. Necesitamos una educación que ponga su objetivo más alto sobre Dios en cuanto al conocimiento del signficado del Libro de Dios y que crezca en la capacidad de descubrir su riqueza para toda la vida. Sería mejor morir de hambre que fracasar en el intento de tomar el significado del libro de Romanos. ¡Señor, no nos permitas que fallemos a nuestra próxima generación!. ​

John Pipper

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