La más profunda grieta que
separa a los hombres que se dicen cristianos en sus concepciones del plan de la
salvación, es la que divide lo que podemos llamar los puntos de vista,
naturalista o supernaturalista. La línea de división es la que se refiere a la
salvación del hombre: si Dios ha planeado dejar a los
hombres, con más o menos perfección, el salvarse ellos mismos, o si Él ha
planeado intervenir en su salvación. El argumento entre los
naturalistas y los supernaturalistas es eminentemente sencillo, pero muy claro
y único: ¿puede el hombre salvarse a sí mismo o lo salva Dios?
Descargar archivo