Los discípulos se sentían confiados a pesar de que el peligro estaba a la vuelta de la esquina. Fue entonces cuando el Señor dio esta advertencia: «Velad y orad, para que no entréis en tentación…» (Mat.26:41; Mr.14:38; Luc.22:46) Cada discípulo de Cristo necesita la misma advertencia. Esta advertencia contiene tres lecciones básicas que cada creyente debería aprender muy bien.
- La tentación es algo contra lo que el creyente necesita guardarse continuamente.
- «Entrar en tentación» significa ser tentado en la forma más profunda y peligrosa.
- Para evitar que seamos dañados por esta clase de tentación, el creyente debería aprender a «velar y orar».
En la Biblia vemos que existen dos clases diferentes de tentación. Hay un tipo de tentación que Dios usa y hay un tipo de tentación que Satanás utiliza. La tentación es como un cuchillo que puede ser utilizado para un propósito bueno o malo: puede servir para cortar la comida o puede ser usado para cortar tu cuello.
La clase de tentación que Dios usa:
Algunas veces la Biblia usa la palabra «tentación» para mostrar una prueba o un examen. (Por ejemplo la versión antigua traduce Santiago 1:2 como «diversas tentaciones» y la versión 1960 traduce la misma frase como «diversas pruebas».) Abraham fue probado por Dios (Gen 22:1) y de una forma u otra, todos los creyentes están sujetos a pruebas y tentaciones.
Hay que notar dos puntos importantes acerca de dichas pruebas:
Nota 1: El propósito de Dios en enviarnos Pruebas.
- Las pruebas ayudan al creyente a conocer el estado de su salud espiritual. A veces, la experiencia de una prueba enseñará al creyente las gracias espirituales que Dios está produciendo en su vida. La prueba que Dios le envió a Abraham demostró la fortaleza de su fe. A veces la prueba le mostrará al creyente las maldades de su corazón de las cuales no era consciente. Dios probó a Ezequías para revelarle el orgullo que había en su corazón (2 Cron.32:31). A veces los creyentes necesitan ser animados viendo las gracias espirituales que Dios está obrando en sus vidas. A veces los creyentes necesitan ser humillados aprendiendo acerca de la maldad oculta de sus corazones. Dios cumple ambos propósitos a través del uso de pruebas adecuadas.
- Las pruebas ayudan al creyente a conocer más acerca de Dios.
- Solamente Dios puede guardar al creyente de caer en el pecado. Antes de que seamos tentados, pensamos que podemos manejar cualquier tentación con nuestras propias fuerzas. Pedro pensaba que jamás negaría a su Señor. La tentación le mostró que sí era capaz de hacerlo. (Mat.26:3335,69-75).
- Cuando hemos aprendido nuestra debilidad y el poder de la tentación, entonces estamos listos para descubrir el poder de la gracia de Dios. Esta es la gran lección en que el apóstol Pablo fue enseñado por medio de «su aguijón en la carne» (2 Cor.12:,7-10).
Nota 2: Dios tiene muchas maneras para probar a su pueblo.
Dios prueba a cada creyente de una manera muy personal. Veamos tres ejemplos de los métodos que Dios usa en ocasiones para probar a su pueblo:
- Los prueba encomendándoles deberes que sobrepasan sus recursos. El apóstol Pablo se refiere a esta clase de prueba cuando escribe: «Pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas…» (2 Cor. 1:8). Esta fue una prueba que Dios usó para enseñar a Pablo lo que él dice: «Para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos» (2 Cor.1:9). Los creyentes no deberían estar sorprendidos ni desmayar si Dios les encomienda una tarea que pareciera ser demasiado grande para ellos. En esta manera Dios prueba a los creyentes para hacerles ver si su fe en el poder divino es fuerte o débil.
- Dios prueba a los creyentes permitiendo que sufran por su fe. Algunas veces el sufrimiento es muy severo aún hasta el punto de la muerte (por ejemplo el martirio). Tal clase de sufrimiento es una prueba la cual la mayoría de los creyentes temen. Sin embargo, muchos creyentes han encontrado que de forma inesperada les fue concedida la fortaleza para ser torturados y aún para morir por Cristo. Todos los creyentes son llamados a sufrir de alguna forma u otra (Fil.l:29 y 1 Pe.2:2l). Tales sufrimientos son llamados por el apóstol Pedro como «la prueba de vuestra fe» (1 Pedro 1:7).
- Dios prueba a los creyentes permitiendo que se encuentren con maestros falsos y enseñanzas falsas. De esta manera Dios pone a prueba la lealtad y el amor del creyente hacia El. (Deut. 13 es un buen ejemplo de esta clase de prueba.)
Estos son tres ejemplos de la variedad de métodos que Dios usa para probar a su pueblo. Esta clase de prueba que Dios usa siempre tiene la intención de hacer bien a su pueblo.
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Extracto del libro: “La tentación” de John Owen