Primero; están las profecías explícitas. Estas conciernen al futuro del pueblo judío (incluyen algunas cosas que ya han ocurrido y otras que todavía no han tenido lugar) y el futuro de las naciones gentiles. Por encima de todo, muchas describen la venida del Señor Jesucristo, primero para morir y luego para volver con poder y gran gloria. Toney cita cinco pasajes – Isaías 53 (todo el capítulo); Miqueas 5:2; Daniel 9:25-27; Jeremías 23:5-6; y el Salmo 16:8-11 -y comenta:
En los pasajes citados tenemos predicciones sobre un Rey de Israel futuro. Se nos dice el tiempo exacto de su manifestación a su pueblo, el lugar exacto de su nacimiento, la familia en que nacería, las circunstancias de su familia en la oportunidad de su nacimiento (unas circunstancias totalmente diferentes de las existentes cuando se escribió la profecía, y contraria a todas las probabilidades), cómo sería recibido por su pueblo (una recepción totalmente distinta a la que sería naturalmente previsible), el hecho, el medio y los detalles en torno a su muerte, con las circunstancias específicas en cuanto a su sepultura, su resurrección, y la victoria posterior a su resurrección. Estas predicciones fueron cumplidas con la más exacta precisión por Jesús de Nazaret.
Otro escritor, E. Schuyler English, quien fuera presidente de la comisión editorial de The New Scofield Referente Bible (1967) y editor en jefe de The Pilgrim Bible (1948), observó que más de veinte de las predicciones del Antiguo Testamento relacionadas con eventos que rodearían la muerte de Cristo, palabras escritas siglos antes de su primera venida, se cumplieron con precisión en un período de veinticuatro horas durante su crucifixión. Por ejemplo, en Mateo 27:35 está escrito: «Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.» Este era el cumplimiento del Salmo 22:18, que afirmaba: «Repartieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.»
Muchas de estas profecías han sido cuestionadas y se han hecho intentos de datar los libros del Antiguo Testamento en fechas más cercanas al tiempo de Cristo. Pero aunque traigamos las fechas de algunas profecías lo más tarde en el tiempo como lo sugieren los críticos más radicales y destructivos, todavía estarán cientos de años antes del nacimiento de Cristo. Más aún, el testimonio acumulado de ellas es devastador. Estos son hechos, y exigen una explicación. ¿Cómo puede ser explicado? Esta evidencia sólo puede ser explicada por la existencia de un Dios soberano. Él reveló con anticipación lo que sucedería cuando Jesús fuera enviado para redimir nuestra raza, y luego se encargó que dichos sucesos tuvieran lugar.
Todavía se puede decir mucho más con respecto al concepto de la profecía. Este material que hemos visto se refiere únicamente a la venida de Cristo. También hay profecías referidas a la dispersión y la reunificación de Israel, como también profecías generales y específicas concernientes a las naciones gentiles y a las capitales de dichas naciones, muchas de las cuales han sido destruidas de la forma indicada por la Biblia, generaciones y hasta siglos antes. Las instituciones, las ceremonias, los sacrificios y las fiestas de Israel también son profecías de la vida y el ministerio de Jesús.
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Extracto del libro «Fundamentos de la fe cristiana» de James Montgomery Boice